Hil,
|
¡Cuánto me alegro de verle de nuevo,
Don Sebastián? ¿Cómo le va? ¿La familia? ¿Los negocios?
|
Seb.
|
Lo mismo digo, Don Hilarión. Negocios y
familia, bien. La salud, excelente, pasados ya los últimos síntomas griposos
del invierno.
|
Hil.
|
¿Y nuestras cosas? Me refiero a la
zarzuela, claro está. Entre mis amigos, el único con quien puedo charlar de
este tema, es usted. Al resto sólo les interesa el fútbol, los toros y, sobre
todo la política. ¡Qué pesados! ¡A todas horas con la política y los políticos! Pero la
zarzuela, ¡les trae al pairo!
|
Proyecto Zarza - La revoltosa (Foto. T. Zarzuela) |
|
Seb.
|
¡Que marinero le encuentro!
|
Hil.
|
Bueno, quizá un poco. Para que usted lo
sepa, hace unos días he estado a punto de irme a pique.
|
Seb.
|
¿Y eso? ¿Ha estado usted enfermo?
|
Hil.
|
Enfermo … ¡del alma! ¿No se ha enterado
usted?
|
Seb.
|
No, no. A mí no me gusta meterme en
vidas ajenas.
|
Hil.
|
Perdóneme, creo que no me he explicado
con claridad. Enfermo, no, triste sí, a qué negarlo
|
Seb.
|
¿Por alguna
hija de Madrid … o de cualquier otra ciudad, pueblo o aldea?
|
Hil.
|
No va usted
mal… Por una … ¡Por una zarzuela! Por una zarzuela juguetona, verbenera,
inquieta, desenvuelta y algo coqueta, … revoltosa, por resumir.
|
Seb.
|
¡Ya
entiendo! Usted ha estado preocupado por esa versión de La revoltosa que han hecho en la Zarzuela para muchachos y
jóvenes, para adolescentes.
|
Hil.
|
Sí señor,
porque esa revoltosa “novedosa” y “actual”, me ha causado una zozobra…
|
Seb.
|
¡Y dale con
lo marinero! Yo no te tenido ocasión de verla, pero me han dicho que estuvo
muy bien, que los chavales se divirtieron de lo lindo y que ha sido un
verdadero éxito.
|
Hil.
|
Y tienen
razón, Don Sebastián…, tienen muchísima razón. Cierto y muy cierto es que el
espectáculo funciona, que es ágil y entretenido, que engancha a los jóvenes y
que respeta al tema básico de la zarzuela, … pero no es La revoltosa.
Los
muchachos y muchachas disfrutaron muchísimo, y sus profesores … y yo … Pero …
ese espectáculo no es La revoltosa que
escribieron López Silva y Fernández Shaw, no es La revoltosa cuya música compuso Chapí.
|
Seb.
|
Pero si el
público lo pasa bien …
|
Hil.
|
Ya, pero no
es eso. También se dice que todos los caminos llevan a Roma, pero pruebe
usted a ir, pasando por Las Palmas o
Tenerife.
La cosa no
es si un determinado espectáculo gusta o no; el asunto es si ese espectáculo
se ofrece como debe ser.
|
Seb.
|
Ya, ya. La
polémica de siempre. La eterna discusión. Los puntos de vista
encontrados… Mal arreglo.
|
Hil.
|
Piénselo
usted, querido amigo, la mayoría de los chicos y chicas que han asistido al
espectáculo, se han formado una opinión de La revoltosa. Esto sucede siempre que vemos o escuchamos por
primera vez una obra artística. Esa
primera impresión se convierte en modelo. A partir de ahí, cada vez que
volvamos a oír o a ver esa obra, la compararemos con nuestro modelo. Y,
dígame?, Don Sebastián, ¿qué conclusión van a sacar estos jóvenes cuando vean
una Revoltosa como Dios manda?
|
Seb.
|
Hombre,
visto así … Si entramos en el terreno de la sicología íntima del individuo y
la creación de modelos del suscosciente…
|
Hil.
|
Cero al
cociente, y bajo la cifra siguiente.
No lo tome
usted a chirigota. A mí la cosa me parece seria.
Pero,
dígame, ¿Cuándo ha escuchado usted el preludio de La revoltosa cantado?
|
Seb.
|
¿Cantado?
|
Hil.
|
¡Can-ta-do!
|
Seb.
|
¿Y con qué
letra?
|
Hil.
|
Con ninguna.
Mejor dicho, diciendo “la, la la”.
|
Seb.
|
¡Dios mío!
¡Como el Himno Nacional!
|
Hil.
|
¿Y el
vestuario? Todos de calle, no sé si de marcas o de mercadillo, pero de
diario. Así no hay quien se entere. Mie usted, casi l diría que estaba más
potable la Señá Gorgonia que la mismísima Mari Pepa. ¡Y ya me dirá usté!
¿Y el señor
Candelas? Un argentino que no pudo disimular su acento. Y eso que lo hizo muy
bien, pero La revoltosa es Madrid,
señor mío.
|
Seb.
|
¿Y los
elementos modernos?
|
Hil.
|
Pues no gran
cosa, a mi juicio. Teléfonos móviles, algunos mensajes proyectados en una
gran pantalla, esos dibujitos con los que se entienden ahora los jóvenes,
para mí indescifrables. ¡Ah! Y linternas, bueno teléfonos usados como
linternas.
|
Seb.
|
¿Y la
orquesta? ¿Y los cantantes?
|
Hil.
|
¿La
orquesta? Nada de orquesta: ocho
músicos. Y pare usted de contar.
Los
cantantes … Lo hicieron bien, incluso bastante bien, aunque no eran cantantes
líricos.
|
Seb.
|
Me voy
haciendo una idea. Una especie de comedia musical a la americana…
Y dígame,
Don Hilarión, ¿con qué propósito?
|
Hil.
|
Hombre, Don
Sebastián. ¡Con el de siempre! Con el noble propósito, con la loable
intención .. de acercar la zarzuela a los jóvenes.
|
Seb.
|
¿Y usted
cree que lo han conseguido?
|
Hil.
|
¿Yo? ¿Usted me
ha visto a mí cara de pitonisa?
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario