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miércoles, 30 de noviembre de 2016

CONCIERTO CERVANTINO EN LA ZARZUELA.




Concierto en Homenaje a
MIGUEL DE CERVANTES
 Teatro de la Zarzuela, de Madrid
1 de diciembre de 2016.

Obras de Viktor Ullmann, Jacques Ibert, Jules Massenet, Lorenzo Palomo, Maurice Ravel, Ruperto Chapí, Jacinto Guerrero, y Amadeo Vives y José Guervós

 Intérpretes:
Mariola Cantarero, soprano. Cristina Faus, mezzosoprano. Alejandro del Cerro, tenor.
Joan Martín-Royo, barítono.
Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director: Cristóbal Soler


Para conmemorar el 400 aniversario de la muerte de Cervantes, el Teatro de la Zarzuela ha organizado un concierto extraordinario en el que se interpretarán obras de temática cervantina a cargo de cuatro solistas vocales: la soprano granadina Mariola Cantarero, la mezzo valenciana Cristina Faus, el tenor santanderino Alejandro del Cerro y el barítono barcelonés Joan Martin-Royo; serán acompañados por la Orquesta de la Comunidad de Madrid, bajo la dirección de Cristóbal Soler.

Abre el programa la página orquestal Don Quixote tanzt fandango (Don Quijote baila fandango) del compositor polaco Viktor Ullmann (1898-1944). Originalmente escrita para piano, a principios de 1944, estando su autor preso en el campo de concentración de Terezín, fue orquestada, utilizando apuntes del propio Ulmann, por Berhard Wulff, cincuenta años después de la muerte de Ullmann.

En 1933, el director de cine Georg Wilhelm Pabst (1885-1967) realizó una película sobre el héroe cervantino. Para realizar la música correspondiente el productor estableció contacto con varios compositores: Darius Milhaud, Manuel de Falla, Marcel Delannoy, Jacques Ibert y Maurice Ravel. Sólo los dos últimos aceptaron el encargo y escribieron las canciones pedidas y fueron las de Ibert (1890-1962) las que se utilizaron, al parecer porque Feodor Chaliapin, el gran bajo ruso, intérprete de la película, no quiso cantar las de Ravel. Los títulos de estas Chansons de Don Quichote (Canciones de Don Quijote), con textos de Alexander Arnoux, excepto el de la segunda,  escrito por Pierre de Ronsard, son: Canción del Duque, Canción de despedida de Don Quijote, Canción de Dulcinea (podría calificarse como serenata), y Canción de la muerte de Don Quijote. Las interpretará Joan Martín-Royo.


El Don Quijote de Jules Massenet (1841-1912) es una ópera en cinco actos, escrita por Henri Cain (1859–1937) y estrenada el 19 de febrero de 1910, en el Teatro del Casino de Montecarlo, con Chaliapin como protagonista. Ni el libretista ni el compositor supieron entender a los personajes de la novela cervantina y llevaron a su obra la visión supuesta y equivocada que de España tenían los franceses. Por ejemplo, Dulcinea es transformada de la idílica amada de Don Quijote en “moza del partido”, en palabras de Víctor Espinós. De haberlo sabido el caballero manchego, hubiera roto su lanza en las espaldas del libretista. Sin dudarlo. Dos arias de esta ópera (“Lorsque le temps d’amour a fui” y “Alza! Alza! Ne pensons que’au plaisir”) serán cantadas por Cristina Faus.

Encargada al compositor cordobés Lorenzo Palomo ((1938) por el Ayuntamiento de Ciudad Real, como consecuencia de los proyectos del IV Centenario del Quijote, Dulcinea es una cantata que se estrenó en la Deutsche Oper berlinesa, el 15 de mayo de 2006, en interpretación de por Ainhoa Arteta, soprano, como Dulcinea; Cheri Katz, mezzosoprano, como Teresa; Burkhard Ulrich, tenor, como Sancho Panza y Arutjun Kotchinian, bajo–barítono, como Don Quijote. Intervinieron también el Coro y la Orquesta de la Deustche Oper, y dirigió Miguel Ángel Gómez–Martínez. De esta obra importante, se podrá escuchar el fragmento “Bienvenido sea a mi reino”, en la voz de Mariola Cantarero.

Esteno de "Dulcinea"  de Lorenzo Palomo.

Cierra la primera Don Quichote à Dulcinée, de Maurice Ravel (1875-1937), canciones escritas, como ya hemos dicho con destino a la película de Pabst. Ravel, a pesar de encontrarse ya enfermo, aceptó el encargo y escribió tres canciones que no fueron aceptada por Chaliapin. Este detalle disgustó a al compositor porque, al parecer, nadie le había dicho que la productora había encargado también la música a Jacques Ibert. Las tres canciones, sobre poemas de Paul Morand, fueron orquestadas por Garban y Rosenthal, amigos de Ravel, y se estrenaron en el Chatelet de París, el 1 de diciembre de 1934, tenido como solista al barítono francés Martial Singher.  La primera, llamada romántica o novelesca, en tiempo “moderato”, recuerda un aire de guajira o de petenera; la segunda, Épica, “molto moderato”, se desarrolla a ritmo de zortzico, y la tercera, Báquica, “allegro”,  parece la copla de una jota aragonesa. Serán interpretadas por Joan Martín-Royo.

La segunda parte se abre con el scherzo sinfónico Combate de Don Quijote con las ovejas, primera de las dos obras de Ruperto Chapí relacionada con el Quijote (la segunda es la zarzuela La venta de Don Quijote, con libreto de Carlos Fernández-Shaw, de 1902),

El scherzo, se escuchó por primera vez en la temporada 1869-70, en el Circo de Price, en la temporada 1869‑70, interpretado por una orquesta en la que Chapí, que contaba entonces dieciocho años, era cornetín

El huésped del Sevillano, zarzuela en dos actos, escrita por Enrique Reoyo y Juan Ignacio Luca de Tena, con música de Jacinto Guerrero, estrenado en el Teatro Apolo el 3 de diciembre de 1926, incorpora en su trama argumental la figura de Costancica, criada del Mesón del Sevillano (que estaba en la toledana Cuesta de la Sangre) y que protagoniza la novela cervantina La ilustre fregona. El huésped del sevillano, es una de las obras más populares de Guerrero. La mayoría de sus fragmentos son conocidos de todos los aficionados y aún de aquellos que se acercan a la zarzuela más esporádicamente. De ella se escucharán el Dúo de Raquel y Juan Luis (“Cuando el grave sonar de la campana”), el celebérrimo “Canto a la espada”, y otro dúo de los protagonistas (“Insolente, presumido”), los tres del acto primero.  Serán interpretados por Mariola Cantarero y Alejandro del Cerro.

En esta segunda parte,  dedicada íntegramente a la música española, tendremos ocasión de escuchar un fragmento de una obra desconocida. Se trata de La buena ventura, zarzuela en un acto escrita por
Luis López Ballesteros y Carlos Fernández–Shaw, con música de Amadeo Vives y José Guervós. Estrenada en Apolo madrileño el 30 de abril de 1901, desarrolla su acción en el siglo XVII, en Madrid y en Murcia y se basa en La gitanilla cervantina. El fragmento elegido es el dúo entre Preciosilla y Carducha (“No me asustan tus palabras”), tenso diálogo en el que las dos mujeres muestran su interés por Don Juan de Cárcamo. Lo cantarán Mariola Cantarero y Cristina Faus.

Para el año que viene, cuando pocos se acuerden de Cervantes y de sus obras, nos gustaría poder escuchar un nuevo concierto cervantino; ¡quien sabe!, quizá pudiera ser el germen de un recuerdo anual a la figura del primer escritor en lengua castellana. J.P.M.


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